Producción y tratamiento de excretas porcícolas:

Una de las principales dificultades que tienen los porcicultores es el manejo de los EXCREMENTOS (sean sólidos o líquidos), los cuales, al ser manejados inadecuadamente, contaminan el ambiente y de paso se pierden recursos económicos extras, que pueden ser recuperados al utilizar técnicas adecuadas para el tratamiento de los mismos.
Este tema debe ser conocido ampliamente por todos los porcicultores, cualquiera que sea el tamaño de su explotación, puesto que la legislación colombiana permite castigar económica y jurídicamente a quien incumpla las leyes estipuladas. Incluye cierre de granjas.
Las excretas porcinas pueden ser utilizadas básicamente para la fertilización agrícola, la producción de biogás o en la alimentación de rumiantes.
Como fertilizante agrícola, las excretas porcinas aportan niveles altos de nitrógeno y potasio, y cierta cantidad de otros nutrientes. Vale la pena anotar que una parte de este nitrógeno no puede ser utilizado en los cultivos, ya que puede convertirse en un factor de contaminación para las aguas.
Respecto al empleo de la porquinaza en la alimentación de rumiantes, existe una gran variación en el contenido de proteína de la porquinaza sólida, la cual depende del proceso de secado al que fue sometida. La utilización de la porquinaza sólida como alimento para rumiantes con pastos frescos, ayuda principalmente al incremento del consumo diario de materia seca, diferenciándose en aquellas circunstancias en las cuales la porquinaza es usada junto a materias primas o subproductos en la formulación de un suplemento alimenticio.
Los biodigestores representan una gran alternativa para el tratamiento de las excretas porcinas, al generar energía calorífica que se emplea en la cocción de alimentos, calefacción de lechones o

reemplazo de combustible en el funcionamiento de motores. Igualmente, los residuos de éstos pueden servir como abono para cultivos.